Transformación digital: un desafío de personas, no de tecnología

14:11:00

El verdadero factor decisivo en la era digital será la habilidad de una empresa para desarrollar una cultura corporativa abierta al cambio, a la flexibilidad y a las alianzas con terceros.



CINCO TENDENCIAS EMERGENTES

AUTOMATIZACIÓN INTELIGENTE:

IMPULSADAS POR LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, LAS EMPRESAS REUNIRÁN CANTIDADES SIN PRECEDENTES DE DATOS, Y, ENTRELAZANDO SISTEMAS, DATOS Y PERSONAS, DISPONDRÁN DE SOLUCIONES CAPACES DE CAMBIAR LA ORGANIZACIÓN.

FUERZA DE TRABAJO LÍQUIDA:

LAS EMPRESAS NECESITAN ALGO MÁS QUE UNA TECNOLOGÍA ADECUADA; NECESITAN A LAS PERSONAS ADECUADAS DENTRO DE UNA FUERZA DE TRABAJO "LÍQUIDA", ADAPTABLE Y PREPARADA PARA EL CAMBIO.

ECONOMÍA DE LAS PLATAFORMAS:

TODOS LOS SECTORES SE ESTÁN CONFORMANDO EN TORNO A ECOSISTEMAS, IMPULSADOS POR PLATAFORMAS DIGITALES ESCALABLES E INTERCONECTADAS.
DISRUPCIÓN PREVISIBLE: POCOS NEGOCIOS HAN CAPTADO CUÁN DRÁSTICOS Y PERMANENTES SERÁN LOS CAMBIOS DERIVADOS DE LOS NUEVOS ECOSISTEMAS BASADOS EN PLATAFORMAS.

CONFIANZA DIGITAL:

EN LA ERA 3.0 LA CONFIANZA LO ES TODO. LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD MÁS AVANZADOS VAN MÁS ALLÁ DE ESTABLECER LA SEGURIDAD PERIMETRAL E INCLUYEN UN COMPROMISO CON ESTÁNDARES ÉTICOS EN RELACIÓN CON LOS DATOS.

Tener éxito en el mundo digital es un reto que no puede superarse simplemente consumiendo más tecnología o sustituyendo al ser humano por tecnología. El verdadero factor decisivo será la habilidad de una empresa para desarrollar su cultura corporativa con el fin no sólo de aprovechar las tecnologías emergentes, sino también de abrazar las nuevas estrategias de negocio que impulsan esas tecnologías. En definitiva, su éxito dependerá de las personas. Así lo constata el informe Accenture Technology Vision 2016, uno de los artículos más reconocidos sobre tendencias en digitalización, que este año incluye una encuesta global a a más de 3.100 directivos de TI y de negocio.

En su informe, Accenture Technology incide en la urgencia de la transformación digital. La economía digital global representó el 22% del PIB mundial en 2015, y para 2020 alcanzará el 25%, según estimaciones de esta consultora tecnológica. En España, Accenture calcula que un mejor uso de la tecnología elevaría el PIB nacional en 40.000 millones para 2020.

EL 'SHOCK' DE LA CULTURA DIGITAL

Lo digital está trayendo cambios sin precedentes. "Hay nuevas tecnologías y soluciones, más datos que nunca, sistemas nuevos y heredados entrelazados, un aumento de la colaboración (dentro y fuera de la empresa), nuevas alianzas, nuevas start up... Todo nuevo", remarca Accenture Technology. Al mismo tiempo, en el mercado, los clientes digitales también están madurando. "Sus expectativas de servicio, velocidad y personalización, que han cambiado drásticamente, son sólo el principio".

El auge de la Generación del Milenio (millennials) trae consigo no sólo un nuevo tipo de cliente, sino también una nueva clase de empleado, con unas perspectivas y aspiraciones muy diferentes. En paralelo, las omnipresentes tecnologías de colaboración están reconfigurando las reglas tradicionales del trabajo.

Estos cambios no son graduales. De hecho, el cambio se ha convertido en la nueva realidad. El 86% de los directivos encuestados prevé que el ritmo del cambio tecnológico aumentará rápidamente o a una escala sin precedentes en el sector en los próximos tres años.

UN CAMBIO 360º

"LAS EMPRESAS YA NO SIRVEN A LOS CLIENTES, SINO QUE COLABORAN CON ELLOS; NO COMPITEN CON SUS RIVALES, SINO QUE SE ASOCIAN CON ELLOS; Y NO ESTÁN LIMITADAS POR LAS FRONTERAS DEL SECTOR, SINO QUE LAS IGNORAN"

"Muchas empresas, afectadas por el impacto de la tecnología y los cambios que deben efectuar como respuesta, se encuentran temporalmente desbordadas ante la magnitud de las tareas que tienen por delante". No obstante, una vez que hayan hecho una pausa para recobrar el aliento, deberán empezar a cambiar sus productos, sus modelos de negocio y todos los procesos que les dan soporte. Tendrán que desarrollar nuevas habilidades y deberán adoptar formas diferentes y más ágiles de trabajar en ecosistemas caracterizados por una colaboración más flexible.

En definitiva: las empresas ya no sirven a los clientes, sino que colaboran con ellos; no compiten con sus rivales, sino que se asocian con ellos; y no están limitadas por las fronteras del sector, sino que las ignoran. Y para que todo esto se haga realidad, es necesario invertir en las personas -en su desarrollo y en ayudarlas a adaptarse al cambio-.

PILARES DEL CAMBIO

En este contexto, las metodologías ágiles pasan a primer plano, junto con tecnologías habilitadoras del cambio como el cloud computing.

Igual de importante es hacer el cambio para transformarse en una organización totalmente basada en los datos. Eso significa cambiar el fundamento de la toma de decisiones en todos los niveles de la empresa. "En lugar de confiar en la intuición personal, la experiencia o incluso el principio de HiPPO (la opinión de la persona mejor pagada es la que prevalece), lo que se necesita es que los datos se vuelvan tan omnipresentes y fácilmente accesibles que apoyen una toma de decisiones basada en la información", explican desde Accenture Technology. De nuevo, el elemento que integra todo este proceso es la aceptación del cambio continuo por parte de las personas a lo largo de toda la empresa.

Para ver el informe completo, pinche aquí.

 ENTREVISTA CON... ADAN PLAZA "SI LA CULTURA CORPORATIVA NO CAMBIA, DE NADA TE SERVIRÁ TENER LA MEJOR TECNOLOGÍA NI EL TALENTO MÁS FLEXIBLE Y PROACTIVO"


"Los mecanismos de relación, de contratación y de prestación de servicios de las empresas se han mantenido prácticamente inalterados desde hace veinte o treinta años. Es el momento de que eso cambie". Son palabras de Adán Plaza, responsable para la región Iberia (España, Portugal e Israel) de Accenture Technology, la pata más tecnológica de esta multinacional.

Plaza insiste en que para ese nuevo enfoque sea una realidad, han de colisionar las tres grandes velocidades del cambio digital: "Por un lado, está la velocidad a la que puedes implementar ciertas nuevas tecnologías, como el big data o el cloud, que hagan posible desarrollar esa nueva forma de relación con clientes, proveedores y empleados. Por otro lado, está la velocidad a la que los propios empleados pueden asimilar ese cambio. Y en tercer lugar, pero igual de importante, está la velocidad a la que la cultura corporativa se adapte a esta nueva realidad".

Para Plaza, "de nada sirve contar con las mejores herramientas tecnológicas, o con personal flexible y proactivo, si el entorno no propicia esa flexibilidad y apertura que demanda la Era Digital".

Este es precisamente el mensaje central de la que ya es la décima edición del informe Accenture Technology Vision, que trata de vislumbrar las tendencias tecnológicas a 3 ó 5 años. "La digitalización se abordaba hasta ahora desde determinadas unidades de negocio, mientras que los departamentos tradicionales eran reactivos y reticentes a la adopción de nuevas tecnologías. Esta dualidad generaba una brecha que lastraba aún más la evolución de las empresas", indica este experto. "No hay alternativa. Los clientes han cambiado; el talento espera cosas diferentes de la empresa para la que trabaja; las fronteras del riesgo corporativo y reputacional se han ampliado; la interacción entre máquinas y humanos presenta oportunidades aún por explorar... Y en todo este entorno de disrupción, no es la tecnología sino las personas el componente más relevante", concluye.El verdadero factor decisivo en la era digital será la habilidad de una empresa para desarrollar una cultura corporativa abierta al cambio, a la flexibilidad y a las alianzas con terceros.

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